“En el mes sétimo, a los veintiún
días del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo, diciendo: Habla a hora a Zorobabel hijo de Salatiel, gobernador
de Judá, y a Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote y al resto del pueblo diciendo:
¿Quién ha quedado entre vosotros que haya visto
esta casa en su gloria primera, y cómo la veis ahora? ¿No es ella como nada delante de vuestros ojos?
Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová;
esfuérzate Josué hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad; porque
yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.
Según el pacto que hice con vosotros cuando
salisteis de Egipto, así mi Espíritu estará con vosotros, no temáis.
Porque así dice Jehová de los Ejércitos: De
aquí a poco yo haré temblar los cielos y la tierra, el mar y la tierra seca; y haré temblar a todas las naciones, y vendrá
el Deseado de todas las naciones; y llenaré de gloria esta casa, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mía es la plata, y mío
es el oro, dice Jehová de los ejércitos.
La gloria postrera de esta casa será
mayor que la primera, ha dicho Jehová de los ejércitos; y daré paz en este lugar, dice Jehová de los ejércitos.”
Hageo 2:1-9